SPECIALISTERNE EN EL MUNDO

Red internacional de oficinas

Specialisterne Foundation

La Specialisterne Foundation es una fundación sin ánimo de lucro que tiene como objetivo crear empleo para un millón de personas con autismo/neurodivergentes a través del emprendimiento social, de la implicación del mundo empresarial y de un cambio global de mentalidad.

SPECIALISTERNE FOUNDATION

Los Especialistas: Sandra

Mar 17, 2023

Sandra tiene 39 años, y lleva toda su vida dedicándose al diseño y al escaparatismo en las empresas de moda más importantes del país, como H&M y Massimo Duti. Sin embargo, su autoexigencia (“mis escaparates siempre tenían que estar perfectos”) y su hipersensibilidad al ruido, a las luces y a las multitudes de las tiendas dificultaban mucho su desempeño laboral. Según sus propias palabras, “esa atmósfera era muy dura para mí. Estaba siempre con muchísima fatiga y estrés”.

 

Hace apenas un año, gracias a Specialisterne, encontró un trabajo que se adaptaba plenamente a sus necesidades: “por primera vez sentí que estaba sostenida por un grupo de personas profesionales en autismo, y sentí que podía formar parte de algo”. Ahora Sandra trabaja en Dell, una empresa informática, y el teletrabajo es una de las adaptaciones que le permiten estar cómoda, relajada y centrada en sus tareas para desarrollar sus funciones de forma óptima, sin ruido o distracciones a su alrededor. Sin embargo, Sandra ha sufrido mucho hasta encontrar la comprensión y la ayuda que necesitaba.

 

“Soy una persona muy creativa”

 

La formación de Sandra es muy completa: estudió Diseño en la Escuela de Arte de Málaga, y, posteriormente, complementó sus estudios con Audiovisuales. Más adelante, hizo un curso de Marketing Digital y, ya en Specialisterne, aprendió recursos de ofimática y habilidades administrativas. A Sandra le encanta el diseño, y, además, cree que es muy buena en ello: “Las composiciones, los pantones de colores, los patrones… todo eso se me da especialmente bien, soy una persona muy creativa. En el mundo audiovisual también se me da muy bien casi todo. No es complicado para mí, me gusta mucho y puedo pasarme mil horas delante de programas de diseño”.

 

A pesar de su pasión por el diseño y su relativa facilidad para combinar formas y colores, Sandra se enfrentó a algunos retos en su etapa universitaria. Nos comenta que, muy probablemente, esas dificultades fueron debidas a un exceso de estrés: “En dibujo técnico, por ejemplo, yo hacía una perspectiva contraria a la que veía todo el mundo. Y eso también me pasaba con la orientación de los objetos y de las cosas. Entre mi mente y llevar a cabo el proyecto había como una desconexión, un problema en la ejecución. Creo que todo esto era producto del estrés desmesurado”.

 

Como anécdota, Sandra nos cuenta un experimento que realizó con otros estudiantes de su clase para que empatizaran con una persona autista: “hice como una experiencia sensitiva de cómo percibía yo el sonido en mi día a día, para que mis compañeros entendiesen lo complicado que es vivir cuando el ruido te molesta tanto. Entonces los senté, y les puse, a través de un proyector, imágenes cotidianas de una cocina donde el sonido de todo era muy elevado, como la batidora o la lavadora. Y todos coincidieron en que era muy complicado vivir así”.

 

Además de la creatividad, la moda y el montaje y producción audiovisuales, Sandra tiene muchos otros hobbies, e intenta encontrar tiempo libre para disfrutar de ellos: “Me gusta mucho el cine, la astrología, el yoga, los museos, caminar y los gatos. También suelo quedar con mis amigos durante el día a tomar un café, dar un paseo por el centro o hacer yoga juntos”.

 

Transición del retail a la consultoría informática

 

Sandra llegó a trabajar durante 10 años como escaparatista en diferentes tiendas de moda, pero, a pesar de su ilusión y su empeño, el ambiente laboral de los comercios no consiguió satisfacer sus expectativas. Había demasiadas luces, demasiada música, demasiada gente; un exceso de estímulos sensoriales que, para Sandra, diagnosticada de autismo y TDAH, era muy difícil de gestionar. Además, los turnos de trabajo eran demasiado variables: “Si me cambiaban el turno a última hora me generaba mucha ansiedad, y en los momentos de descanso tampoco podía comer bien”.

 

Todo cambió cuando llegó a Dell, una empresa de informática, de la mano de Specialisterne. Ahora Sandra se encarga de filtrar las ofertas públicas y presentarse a diferentes concursos: “Por ejemplo, imagínate que la Seguridad Social, para un pequeño ambulatorio, necesita ordenadores, bases de datos, etc. Pues nosotros nos presentamos al concurso”. Además, siente que puede aprovechar al máximo sus capacidades porque trabaja desde casa: “Estoy en mi propia atmósfera, con todas las cosas que no me molestan. Es un sitio muy agradable”.

 

Por último, Sandra nos comenta sus impresiones de Specialisterne. Solo tiene palabras bonitas para todo el acompañamiento que ha recibido: “He podido encontrar un trabajo adaptado a mis necesidades, y puedo compartir con mi tutor todo tipo de inquietudes. Me siento muy sostenida, tengo mucha ayuda en el trabajo. Hasta ahora siempre me tenía que adaptar yo a todo. Siempre yo, y siempre sola. Y eso me generaba mucho desgaste. Ahora tengo mucha asistencia y eso me gusta mucho. Me siento mucho más estable económicamente y emocionalmente. Estoy más contenta, más feliz”.